sábado, 23 de marzo de 2024

Recordemos eso hoy

                      El 3 de Marzo de 1863, angustiado por los estragos de la guerra civil estadounidense, el presidente Abraham Lincoln hizo una Proclamación para fijar un Día Nacional del Ayuno: "Es el deber de las naciones, así como de los individuos, depender del poder soberano de Dios, confesar los pecados y trasgresiones y humillarse, con la esperanza cierta de que el arrepentimiento genuino conducirá al perdón y a la misericordia; y reconocer la verdad sublime  anunciada en las Sagradas Escrituras y colaborada a lo largo de la historia de que las únicas bendiciones   son las que reconocen a Dios como su Señor....Nuestro país ha sido receptor de la más grande abundancia del cielo. Hemos sido preservados todos estos años en paz y prosperidad, hemos crecido en número, riqueza y poder más que ningún otro país del mundo .

                         Pero nos hemos olvidado de Dios. Nos hemos olvidado de la mano misericordiosa que nos guardó en paz, nos multiplicó, nos enriqueció y nos fortaleció; y hemos creído en vano, por el engaño de nuestros corazones, que todas esas bendiciones provenían de nuestra sabiduría y nuestra superior virtud. Envalentonados por los continuos éxitos, nos hemos vuelto demasiado autosuficientes  para sentir la necesidad de una gracia redentora que nos preserva, demasiado orgullosos para orar al Dios que nos creó. Es necesario, por lo tanto que nos humillemos delante del Todopoderoso a quien hemos ofendido, que confesemos nuestros pecados como nación y que pidamos clemencia y perdón". Dios advirtió a Israel: "Cuando....la plata y el oro se te multipliquen  y todo lo que tengas se acreciente...acuérdate del Señor, porque Él es quien te da el poder pata adquirir las riquezas, a fin de confirmar el pacto..." Recordemos eso hoy.    

             

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