A menudo nuestro comportamiento viene dictado por un a necesidad errónea de complacer a los demás. Nos preocupa tanto lo que piensan que continuamente miramos de reojo para ver si nos están sonriendo o están frunciendo el ceño. Debes entender lo siguiente: Si siempre buscas la aprobación de la gente, no miras bien a donde vas y acabaras chocándote con una pared o tropezándote. La Biblia dice: "....Es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres". ¿Qué crees que va a pasar si abres la boca y dices lo que piensas? Quienes no respeten tus derechos ni tengan en cuenta tus deseos no merecen que les dediques tiempo ni esfuerzos. Ni tampoco son dignos de que les des explicaciones interminables; simplemente no los tengas en cuenta (salvo que se trate de tu matrimonio o de tus hijos).
Cuando la tierra se quedó demasiado pequeña para los rebaños de Abraham y de Lot pastaron juntos, surgió el conflicto. Abraham amaba a su sobrino Lot, pero se dio cuenta de que no podían seguir viviendo esa situación. Así que le dijo: "...Yo te ruego que te apartes de mí. Si vas a la mano izquierda, yo iré a la derecha; y si a la mano derecha, yo iré a la izquierda". ¿Cómo acabó la historia? Lot escogió los mejores pastos, cerca de la ciudad de Sodoma, y esa decisión hizo que todo aquello por lo que había trabajado acabara en humo . Abraham en cambio, quien siempre buscó agradar a Dios, no sólo fue bendecido sino que fue la bendición para las familias de la tierra. La palabra para ti hoy es: Dios quiere liberarte de la necesidad de complacer a los demás.
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