miércoles, 15 de enero de 2014

El Maestro

                                                    Cuando te encuentres lo suficientemente interesado como para hacer preguntas, habrás comenzado el proceso de aprendizaje. Tus preguntas no le molestan a Dios si salen de un corazón con ansias de saber. Jesús dijo: " Pedid y se os dará; buscad y hallaréis..." Está bien ser inquisitivo; Dios no quiere que seas pasivo y aceptes todo lo que te venga en la vida. Él desea que preguntes para obtener claridad y dirección.
                                                      Eso significa asistir a clase todos los días y no de vez en cuando. Y también escuchar con atención, tomar apuntes y leer lo que te manden. Significa  confiar en que el Maestro sabe lo que está hablando y estar seguro de que el conocimiento que estás adquiriendo te prepara para ir y tener éxito en la vida. Tal vez no te parezca que vale mucho lo que te dice un profesor ahora mismo, o que pienses que nada tiene que ver contigo personalmente. Quizás sólo te interese aprobar el examen, graduarte y largarte de ahí. Aprobar exámenes solo demuestra que tienes una buena memoria, no que hayas aprendido algo. La meta de un buen profesor es formar en ti: a) una sed de conocimiento; b) una capacidad de buscar y entender cosas cuando él ya no este ahí; c) la disposición de poner en práctica todo lo que hayas aprendido. Así que aprende esta primera lección.     

No hay comentarios:

Publicar un comentario