¿Estás esperando a que empiece a hacerse realidad las ideas que tienes, a encontrar una solución a un problema o a que aparezcan las primeras señales del cumplimiento de una promesa que Dios te hizo? No eres la primera persona a quien le cuesta la idea de esperar, y tampoco serás la última. Es más, cuando consigas lo que estás esperando ahora, empezarás a querer otra cosa. Si hay una palabra que defina el vivir en esta vida es "esperar".
No es fácil esperar a que cambien las cosas. Entonces, ¿qué deberías hacer mientras esperas? Vuélcate en la tarea que tienes en el momento; si no, estarás comprometiendo tu propio futuro. Santiago escribe: "Tened paciencia...Mirad como espera el agricultor a que la tierra dé su precioso fruto y con qué paciencia aguarda las temporadas de la lluvia
Así también vosotros, manteneos firmes y aguardad con paciencia..." Lo que Dios tiene guardado para ti vale más que todo precio y toda espera.
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