jueves, 17 de marzo de 2016

¿Eres de los " fuertes y callados"?

                                                       Dos amigos relatan en su libro'El lenguaje del amor' acerca de una mujer que se sentía frustrada porque su marido llegaba  del trabajo por la noche y no le hablaba. Un dia, ella le contó la historia de un hombre que se fue a desayunar con unos amigos. Se comió un buen desayuno, recogió las migas y las metió en una bolsa . Ese mismo dia, se fué a comer con unos socios del negocio y se dió otra buena comida. De nuevo, echó unas pocas migas a la bolsa. Cuando llegó a casa esa noche le dió a su mujer la bolsa de las sobras. Entonces, la esposa le dijo al marido: 'Eso es lo que estás haciendo conmigo, los niños y yo estamos esperando para poder hablar contigo cuando vuelves a casa, pero no nos atiendes. Después de haberte ido todo el dia, nos das una bolsa para perros y enciendes la televisión.
                                                        El marido reconoció que el escuchar aquello le golpeó de frente. Pidió perdón y comenzó a abrirse a su mujer y a su familia. Si eres de los "fuertes y callados", tendrás que esforzarte un poquito más para hacer lo mismo, pero merece la pena si quieres un buen matrimonio. Las virtudes maravillosas que te atrajeron a tu esposa siguen estando ahí, sólo tienes que buscarlas y y transmitirle cuanto la aprecias. Salomón lo expresó así: "Su marido la alaba: 'Hay muchas mujeres virtuosas y capaces en el mundo, ¡pero tú las superas a todas!".     

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