martes, 29 de marzo de 2016

Gestiona bien el tiempo, gestiona tu vida.

                                                      Tu mayor riqueza son tus próximas veinticuatro horas . ¿Cómo las vas a gastar? ¿Permitirás que la televisión, los correos banales , las tareas irrelevantes, tus propios impulsos, la genre equivocada u otras distracciones sin sentido, te consuman el día? ¿O tomarás tu el control del tiempo y aprovecharás el día de hoy?. Los expertos en liderazgo afirman que centrarse en el 20 por ciento de las tareas primordiales, rentabiliza el esfuerzo invertido en un 80 por ciento. Por eso cada mañana al levantarte, mírate al espejo y dí: Voy a vivir de acuerdo a la voluntad de Dios y daré mi energía a las cosas que me ayuden a cumplirla.
                                                      Siempre habrá cosas que se disputen tu atención. Por ejemplo: los publicistas quieren que gastes dinero en sus productos, o ¿te has fijado en como la gente que no tiene nada que hacer normalmente quiere pasar tiempo con uno?. Incluso tus propios deseos pueden ser tan diversos  y tu concentración tan dispersa, que no sepas  bien a qué atender primero. Por eso debes enfocarte, como un láser, en el propósito dado por Dios. Así darás fuerza e ímpetu as este cometido.
                                                        Tu escala de prioridades decidirá el manejo del tiempo. Por eso, establécela en oración y cuida de mantener ese orden . Elimina lo secundario. Las personas que te dicen que no lo puedes tener todo se equivocan. Es cierto que no puedes hacer todo lo que quieres, pero sí lo que Dios ha dispuesto que hagas ¡tienes que elegir!. El éxito se despre4nde de hacer bien lo importante y dejar a un lado el resto.Si no estás seguro de qué es lo importante en tu caso, imagínate a ti mismo mirando hacia atrás  dentro de unos años y piensa en que cosas te hubiese gustado hacer pero que no hiciste.     

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