martes, 20 de diciembre de 2016

No mires atrás

                      Jesús buscó a personas dispuestas a ir mas allá de su fe en Él--quería gente dispuesta a seguirlo--. El principio de su ministerio fue mar ado por hombres como Andrés, Pedro, Felipe y Natael, todos ellos dispuestos a dejar su profesión y posesiones para seguirlo. Jesús llamó a individuos a una vida de compromiso radical. "Llamando a la gente y a sus discipulos les dijo: --Si alguno quiere venir en pos de mi, niéguese a si mismo, tome su cruz y sígame". Nada de medias tintas , sino un compromiso de seguirlo a tiempo completo. Confiar en Jesús te llevará al cielo, pero a menos de que lo sigas diariamente  no serás útil en Su reino en la tierra.
                      Tres hombres diferentes dijeron a Jesús: "...Te seguiré Señor..." Pero ninguno estaba dispuesto a dejar las cosas que tenían la preminencia en su vida. Y Jesús les respondió con esta metáfora elocuente: "Ninguno que, habiendo puesto su mano en el arado, mira hacia atrás es apto para el reino de Dios". Seguir a Jesús significa que lo que está en el mundo se queda en el mundo--antiguos complejos, apegos y estilos de vida--. No puedes labrar el surco recto del discipulado mirando el pasado. No dejes que la atracción del pasado, con sus fracasos, culpabilidad, temores, verguenza, traiciones, pérdidas, abuso, rechazo, resentimiento y perdón arruine tu futuro. Corta el cordón umbilical; únete a quienes están dispuestos a seguir a Dios por dondequiera que vaya.    

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