lunes, 26 de diciembre de 2016

Sonríe y desata una reacción en cadena

                                                 Si piensas que no tienes nada por qué sonreír, considera estas palabras de un hombre que acababa de sufrir la muerte de todos sus hijos, la pérdida de su fortuna y que estaba cubierto de llagas de la cabeza a los pies. " Si yo les sonreía, no podían creerlo; mi rostro sonriente los reanimaba. Yo les indicaba el camino a seguir; habitaba entre ellos como un rey en su tropa... (Job).
¡ Esta es la fuerza de la sonrisa! Una Navidad, unos grandes almacenes pusieron este letrero: "El valor de una sonrisa" No cuesta nada pero aporta mucho. Enriquece a quienes la reciben sin empobrecer a quienes la dan. Ocurre en un instante pero su recuerdo puede durar para siempre. Nadie es tan rico como para poder vivir sin ella y nadie es tan pobre que no se enriquezca con sus beneficios.
                                                   Crea dicha en el hogar, fomenta buena voluntad en los negocios y es la marca de los amigos . Es descanso para los que están agotados, claridad a los desanimados, luz para los tristes y el mejor antídoto natural para los problemas. Sin embargo no se puede comprar, ni mendigar, ni pedir prestada, ni robar, porque no te pertenece hasta que no la entregas. Y si en las últimas horas de compras navideñas algunos de nuestros empleados están demasiado cansados para sonreír, te pedimos que tú les sonrías. Porque nadie necesita una sonrisa mas que aquellos a quien no les queda ninguna. Desata una reacción en cadena esta Navidad. Muévete por ahí con una sonrisa en los labios y ya verás lo que pasa.              

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