lunes, 15 de mayo de 2017

Adopta la actitud más noble

                                                  Se dice que cuánto mas honda es la herida más severa es la reacción. Es probable, pues, que cuando alguien te hiere tu primer impulso sea vengarte. Pero por muy satisfecho que quedes momentáneamente esa sensación vendrá siempre seguida de pesares, porque sabes bien que al vengarte nos has seguido el camino de Dios. Nos vengamos de dos formas: 1) Pagamos con la misma moneda. Antes de hacer sufrir a tu ofensor, considera con cuidado estas palabras : "No paguéis a nadie mal por mal; procurad lo bueno delante de todos los hombres. Si es posible en cuanto dependa de vosotros estad en paz con todos los hombres. No os venguéis vosotros mismos, amados míos, sino dejad lugar a la ira de Dios, porque escrito está: "Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor  ".
                                                  2)Implicamos a otros. No solo no tenemos derecho a vengarnos, tampoco lo tenemos a avergonzar al ofensor delante de otros. José no solo no castigó a sus hermanos por la traición que habían cometido sino que tampoco les dio detalles de la misma a quienes trabajaban con él en la corte faraónica. No lo hizo porque fue capaz de ver la mano de Dios en la situación y comprender que los sufrimientos causados por sus hermanos le habían convertido en la persona que era. Escribe el apóstol Pablo: "No devolváis mal por mal , ni maldición por maldición, sino por el contrario, bendiciendo, sabiendo que fuisteis llamados a heredar bendición". Si quieres caminar en la bendición de Dios hpy, adopta la actitud más noble.        

No hay comentarios:

Publicar un comentario