viernes, 5 de mayo de 2017

La oración de una suegra

                      Una mujer que pronto iba a ser suegra escribió a una periodista: "Mi hijo se va a casar con su novia este verano. Es una chica muy agradable...Y la queremos ya como miembro de la familia. Recuerdo una oración que ustedes publicaron, un monólogo que escribió una mujer cuando estaba a punto de convertirse en suegra". Y puesto que todas las verdades son verdades de Dios, aquí presentamos la oración:" Señor, que me alegre cuando mi hijo escoja a su compañera. Si trae a casa una chica con dos cabezas haz que ame a las dos cabezas por igual. Cuaneo me diga ' Mamá me voy a casar' que no se me ocurra preguntar: '¿De cuantos meses está?'. Ayúdame a tomar parte en los preparativos de la boda sin pelearme con "la otra parte". Quita de mi mente el pensamiento de que si mi hijo hubiera esperado habría conocido a alguien  mejor. Recuérdame cuando llegue a ser abuela que mis hijos no necesitan consejos de cómo educar a sus hijos, así como yo tampoco los necesité. Si me ayudas con esas cosas probablemente a mis hijos les agrade mi compañía y yo no acabaré escribiendo otra carta quejándome de que no me hacen  ningún caso".
                       Comentaba un pastor: "El hecho de que alguien no haga las cosas de la forma en que las hago yo no significa que esté equivocado; solo indica que somos distintos. Se necesita madurez para entenderse con alguien diferente y paciencia para no empezar una disputa u ofenderse... No importa lo bueno que sea alguien, si pasas con la persona un buen tiempo tendrás oportunidades de ofenderte". Pablo nos instó: "Vivid en armonía los unos con los otros. No seáis  arrogantes, sino haceros solidarios con los humildes. No os creáis que sois los únicos que sabéis". Se requiere humildad para guardarte tus opiniones y no dar consejo a tus hijos adultos  sin que te lo pidan.

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