martes, 2 de mayo de 2017

Las relaciones (2)

                                                 Adán vivía en un barrio perfecto y tenía el trabajo ideal: uno dado por Dios. Nada lo podía superar. Sin embargo se sentía solo, le faltaba algo. La Biblia dice: "Sin embargo no se encontró... la ayuda adecuada para el hombre. Entonces Dios el Señor... hizo una mujer". Dios de dió cuenta de la necesidad de compañía que tenía Adán y suplió dicha necesidad. Sin embargo, ahí es cuando alguno de nosotros, al actuar en soledad, frustración o siguiendo el mal consejo, nos apresuramos delante de Dios. Hay una razón por la cual uno de los nueve dones mencionados en la Biblia es: " el discernimiento de espíritus". Cuando alguien entra en tu vida, no sólo trae consigo su físico, sus talentos y sus recursos financieros, sino también su espíritu.
                                                  Si alguna vez has estado al lado de alguien con un espíritu controlador, vengativo, resentido o negativo, entonces sabrás por qué este don en particular es tan importante. Así que conviértete en un juez estricto que no sea fácil de convencer, uno que requiera muchas pruebas concretas antes de llegar a un veredicto. Y recuerda que es mejor alargar el proceso de reflexión para asegurarte de que la decisión sea la correcta que llegar a una conclusión precipitada y acabar con el corazón roto. Puede que no te veas con alguien sabio y con experiencia en lo que respecta a tomar tales decisiones, pero escucha esto: lo que te equipa con las armas para tomar grandes decisiones no es lo mucho que sabes sino lo mucho que pides. La primera persona a quien debes pedir es a Dios, y lo tienes que hacer antes, y no después, de comenzar una relación.

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