miércoles, 3 de mayo de 2017

Procura ser más paciente

                                                Es probable que hayas oído el chiste de la mujer que oró: "Señor, dame paciencia.Y la quiero ¡ya!". Pero no resulta tan gracioso cuando eso es un reflejo de como vives- Si te enfadas cuando tienes que esperar la más mínima cosa, esa impaciencia te puede perjudicar. La única persona que tiene el poder de hacer las cosas como quiere es Dios. Pero incluso Él es paciente, respeta nuestra voluntad y espera a que la pongamos en sintonía con la suya. Puesto que no somos Dios, piensa en lo absurdo que es enfadarse con el cajero del supermercado, el empleado del banco o el conductor delante de ti que no se mueve a toda velocidad. Jesús dijo: "Con vuestra paciencia ganaréis vuestras almas". Aquí la palabra alma significa las emociones.Jesús está diciendo: "Controla  tus emociones y despliega una actitud cristiana".
                                                    Tu capacidad de manejar los retrasos, las decepciones y los rodeos determinará tu grado de felicidad y de paz. Cuando te das cuenta de que no puedes controlar lo que está a tu alrededor, decide controlar lo que está dentro de ti. Para superar la impaciencia se necesitan tres cosas:
1) Reconocer que tienes un problema. Mientras justifiques y racionalices tu actitud no vas a madurar.
2) Dejar que el Espíritu Santo produzca paciencia en ti. La paciencia no llega haciéndose propósitos de Año nuevo o contando hasta diez; es el fruto del Espíritu Santo y crece con tu cooperación .
 3) Decidir vivir en el momento presente.En lugar de obsesionarte sobre lo que vienes después.                                                           

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