martes, 30 de mayo de 2017

El secreto de la verdadera felicidad(3)

                                                 La palabra felicidad viene del latín. En su origen estaba relacionada con otra palabra, fortuna, que significa suerte. Lo que parece indicar que cuando las cosas suceden como queremos estamos felices, y cuando no, infelices. Pero dicha felicidad es temporal y arbitraria; el verdadero gozo es estable y permanente. Algunos cristianos son tan serios y solemnes que te hacen pensar que Dios detesta la risa y odia cualquier cosa que suene a alegría y esparcimiento. Escribió el salmista: "...En tu presencia hay plenitud de gozo...". Alguien observó: "La felicidad es la esencia del cielo". La Biblia es uno de los libros más repletos de felicidad. Las palabras 'gozo y gozoso' aparecen unas 245 veces; la palabra 'regocijarse' aparece 150 veces y se nos insta a ser 'gozoso' y 'regocijarnos' casi 400 veces.
                                                  El gozo no es una emoción sino una actitud. Las emociones no pueden ser exigidas; nadie te puede pedir que te sientas feliz si no lo estás. Pero puedes decidir estar gozoso a pesar de las circunstancias. Tampoco se puede comprar. Muchas personas se dan cuenta demasiado tarde de que el dinero no puede comprar la felicidad, y mucho menos el gozo. Se dice que los pobres son mas ricos que los ricos porque mientras los primeros siguen creyendo que el dinero compra la felicidad los segundos ya saben que no es así. Tratar de hallar la felicidad y el gozo en el materialismo es como beber agua salada; cuanto mas bebes más sed tienes. El secreto de la verdadera felicidad radica en ser consciente de que eres amado incondicionalmente, valorado y aceptado por Dios.  

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