martes, 5 de diciembre de 2017

Reflexionando y siendo agradecido

                                                   Alguien hizo un comentario acerca del Árbol Benefactor: "Cuando el chico era todavía muy pequeño, se columpiaba con las ramas del árbol, se comía sus manzanas y dormía bajo su sombra, y el árbol le gustó esos años. Pero al crecer, el muchacho pasaba menos tiempo con él. '¡Venga vamos a jugar'!, decía el árbol, pero el jovencito sólo estaba interesado por el dinero. 'Entonces toma mis manzanas y véndelas', dijo el árbol, él lo hizo, y el árbol era muy feliz . El mozo no volvió durante mucho tiempo, pero el árbol se alegró muchísimo al verlo de nuevo. '¡Ven acá, vamos a jugar'!. Pero el hombre era mayor y estaba cansado del mundo, queriendo escaparse de todo. 'Córtame, hazte un barco con mi tronco y así podrás navegar a donde quieras', le dijo el árbol. El hombre lo llevó a cabo, y el árbol estaba muy contento. Pasaron muchas temporadas y el árbol esperaba y esperaba. Finalmente el hombre, ya muy mayor , volvió, demasiado viejo parea jugar, perseguir riquezas o surcar mares. 'Todavía me queda una buena cepa, siéntate y descansa un rato', le dijo el árbol. El accedió y el árbol se quedo a gusto'.
                                                          Aquel señor continuó el comentario: "Mirando el fuego y dejando pasar mi vida mientras iba envejeciendo' con el árbol y el niño, me identifiqué con los dos, y me causó mucho dolor. ¿Cuantos 'árboles benefactores'habrán aparecido en mi vida ? ¿Cuantas personas me habrán dado de ellas mismas para que yo pudiera crecer, realizar mis objetivos y sentirme realizado y satisfecho? Gracias Señor, por cada uno de ellos' Aquella noche lloré; pero cuando me metí en la cama, sonreí diciendo: 'Buenas noches, Señor'En aquel instante era un hombre agradecido, contento por haber tomado tiempo para reflexionar..."      

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