viernes, 9 de marzo de 2018

"...NO ...JUZGUEMOS..."

                                                     Inmediatamente después de "comparar" viene "controlar". Frecuentemente los controladores estás impregnados de religiosidad. Su "modus operandi" es manipulación, insinuación y amenaza disimulada. La gracia no abunda en ellos, porque son sabios en su propia opinión. ¿Notas algunos de esos rasgos en ti? Piensa en que serías mucho más feliz si no estuvieras intentando de controlar a la gente y los resultados. Alguien escribió: "Dales a tus seres queridos la dignidad de cometer sus propios errores y que aprendan de ellos. Si siempre te estás metiendo en los asuntos de  los demás, no solo no te vas a quemar, sino que no estás dejando al Señor que actúe en sus vidas....¡Ellos le pertenecen a Él, no a ti!.
                                                       Cuando se trataba de una controversia acerca de las leyes referente a los alimentos judíos, Pablo escribió: "El que come de todo, no menosprecie al que no come, y el que no come, no juzgue al que come , porque de Dios son ambos". Por el mero hecho de no sentirte libre para hacer algo, no condenes a otros por hacerlo. Porque tienes férreos convencimientos, eso no te autoriza a imponérselos a los demás. Incluso de las cosas buenas se puede abusar. Un teólogo habló sobre "hacer del día de descanso un absolutismo, rodeándolo con una cantidad de "normas, reglamentos y prohibiciones". Pregúntate si es probable que tu actitud produzca paz o, más bien conflictos. Hay momentos en los que tienes que seguir adelante, sea como sea, humildemente.      

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