miércoles, 21 de marzo de 2018

"... Que avives el fuego que está en ti..."

                                                         Las claves para una vida de éxito son el saber quien eres (tu llamado) y lo que se supone que debes hacer (tu destino). Sin estas dos cosas, eres como un pulpo sobre patines; hay mucho movimiento sin que tengas una dirección definida. Otra claves es tener el combustible espiritual y emocional para lograr llegar. Hay dos tipos de personas:
                                                          (1) Los de poco "fuego". Cuando no te gusta lo que haces, te vuelves como Eduardo, cuya abuela era una amante de la ópera. Cuando él cumplió ocho años , ella le llevó a una obra de Wagner, en alemán. Al día siguiente, Eduardo le escribió una nota que decía: "Querida abuelita, gracias por el regalo de cumpleaños. Era lo que siempre había querido, pero no del todo. Con cariño, Eduardo". Es muy difícil realizar algo cuando no tienes muchas ganas de hacerlo. Este viejo dicho es muy cierto; "Encuentra algo que te guste hacer tanto que lo harías gratis con mucho gusto, y si aprendes a hacerlo bien , algún día, la gente querrá pagarte para que lo hagas".
                                                            (2) Los "sin fuego". Algunos dicen que se sienten quemados. La verdad es que para empezar, muchos de ellos nunca se "encendieron". Alguien dijo: "La muerte no es la mayor pérdida en la vida, es lo que muere en nuestro interior mientras vivamos". Si no tienes cuidado, podrías acabar como el hombre cuya lápida decía: "Murió a los treinta años de edad, y fu enterrado a los sesenta ". No dejes que eso te pase a ti. Cuando encuentres el propósito de Dios para tu vida, la pasión vendrá incluida. ¿Vas a tener que avivar esa llama? Sí, y con mucha frecuencia. Pero ella te dará mucha energía y te llevará a tu destino.        

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