viernes, 13 de abril de 2018

Cuando estés sobrecargado

                                                        Antes de que un violín pueda producir música, sus cuerdas deben de ser tensadas. Pero si las estiras demasiado, se pueden romper. Lo mismo pasa contigo. Suficientes estrés hace que el combustible fluya y ayuda a hacer las cosas, pero más allá de eso, revientes. Alguien bromeaba:
"Te das cuenta de que estás sobrecargado cuando no tienes tiempo para preparar una cena rápida, el gato toma tranquilizantes y las reuniones familiares tienen que ser moderadas por la policía". Ahora en serio, antes de llegar a este extremo haz dos cosas;
                                                         (1) Pide ayuda. Durante el huracán Katrina, ocho delfines se salieron del acuario y acabaron en el mar, pero como se quedaron juntos, pudieron ser rescatados. Si alguno se hubiera salido del grupo, habría perecido. Cuando estás demasiado tiempo solo, pierdes perspectiva. Si el enemigo consigue aislarte, puede influenciarte. Dios diseñó a su familia para que estuviera unida o como dijo Pablo: "...para que...todos los miembros se preocupen los unos por los otros".
                                                         (2) Sé sincero con el Señor. Bajo presión, la oleada de emociones negativas puede ser abrumadora, y si no alivias tu alma con Dios, vas a estallar con las personas equivocadas. El salmista lo expresó así: "Echa sobre el Señor tu carga y Él te sostendrá..." "Derramad de Él vuestro corazón" ¡Dios es nuestro refugio". No es una mera coincidencia que muchos de los salmos empiecen con el salmista clamando al Señor por ayuda y acaben con él regocijándose por haber podido descargar su frustración.         

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