miércoles, 11 de abril de 2018

¿Por qué se tarda tanto?

                                                       ¿Por qué tardamos tanto en cambiar? (1) Porque aprendemos muy despacio. ¿Cuantas veces has fracasado y has pensado?: ¡otra vez !, ¡no! Pensé que ya me lo sabía. La historia de Israel nos demuestra lo rápido que olvidamos las lecciones que Dios nos enseña y retomamos las viejas actitudes y patrones de conducta. " Por tanto, es necesario que con mas diligencia atendamos a las cosas que hemos oído, no sea que nos deslicemos". (2) Porque tenemos mucho que aprender. Vamos a ver a un consejero con un problema que tardó años en desarrollarse y le decimos: "Cúreme; tiene una hora para hacerlo" ¡Caramba! Tus problemas no se desarrollaron de la noche a la mañana, ni tampoco van a desaparecer de la noche a la mañana. No hay ninguna píldora o ningún principio que deshaga el daño de muchos años en un solo instante. Para que esto ocurra, se requiere hacer un trabajo duro para eliminar algunas cosas y reemplazarlas con otras. La Biblia llama a este proceso: despojarse del viejo hombre y renovarse de la mente. Todavía tenemos antiguas pautas de conducta, costumbres y predisposiciones que deben ser tratadas.
                                                           (3) Porque crecer es doloroso. Todo cambio implica alguna u otra pérdida. Debemos de deshacernos de nuestras antiguas formas de actuar apara poder experimentar la nueva vida que Cristo nos prometió. Pero nos da miedo tener que perderlas, incluso sabiendo que nuestras viejas maneras de hacer las cosas son contraproducentes ya que --como suele ocurrir con unos zapatos viejos-- son cómodos y familiares. (4) Porque los hábitos requieren tiempo para mejorar. Tu carácter es la suma total de tus costumbres, y solo hay un modo de desarrollar los de un carácter como el de Cristo: debes practicarlos una y otra vez. No hay maneras de vivir instantáneas. Por eso, Pablo instaba a Timoteo a ocuparse en estas cosas y permanecer en ellas.   

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