Un informe reciente dice: "Podemos tenerlo todo". Trabajando más, empeñándonos más y ejecutando tareas múltiples, es posible tener treinta y un horas en veinticuatro. Pero esto nos va a costar muy caro... Diariamente, el administrativo medio es "bombardeado" con doscientos veinte mensajes electrónicos, notas recordatorias, llamadas telefónicas y otras interrupciones. Uno de cada tres directores se enferma debido a una sobrecarga de información. Si la tecnología nos está ahorrando tanto tiempo y energía, ¿cómo es que estamos tan cansados? Cuando la cola no avanza lo bastante rápido o no encontramos un sitio para aparcar, nos desmayamos. Ni los centros de comercio más famosos ni Wall Street no te lo van a decir, pero el éxito ofrece muchísimas oportunidades al enemigo para derribarte. Eso no es manera de vivir y ni mucho menos lo que Dios tenía pensado para ti.
Jesús dijo: " ...aprended de Mí, que soy manso y humilde de corazón, y hallaréis descanso para vuestras almas, porque mi yugo es fácil y ligera mi carga". Suena muy bien, ¿verdad? Pero se precisa que "desintoxiques" tu manera de pensar y que la reprogrames. Un autor escribió:
Dios no puede aliviar las presiones mientras estás en el lugar equivocado, en el momento equivocado, haciendo las cosas equivocadas y con las personas equivocadas. Si subes de puesto en tu empresa pero descuidas a tu familia, las manos del Señor están 'atadas' porque tus prioridades están fuera de lugar. Cuando vives de acuerdo a la voluntad de Dios, puedes trabajar duro y sin embargo caminar ligero, porque Él llevará tus cargas y se ocupará de su 'peso'. Simplificar tu vida tal vez signifique trabajar menos horas, planificar momentos de ocio e invertir más tiempo en tus seres queridos. Nuestros dones, tareas, personalidades y situaciones son todos distintos, pero estos principios son válidos para cada uno". Así que empieza a simplificar tu vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario