jueves, 7 de junio de 2018

Habla a su espíritu (2)

                                                   Cuando Dios nos habla, a menudo lo hace por medio de otras personas. El problema es que nuestros oídos espirituales no están en sintonía con la voz del Señor. En algunos casos nos hemos vuelto incrédulos y cínicos. ¡Qué desperdicio" Nuestro miedo a no entenderlo bien nos privará de una aportación vital que sólo el Señor nos puede proporcionar. Un día, Jacob se despertó después de haber tenido un encuentro con Dios la noche anterior, y dijo: "Ciertamente el Señor está en este lugar y yo no lo sabía". Es preciso que despiertes espiritualmente y que (a) mas que nada, quieras escuchar a Dios. (b)
elimines la confusión mental, que desaceleres y que tomes el tiempo necesario para comprender lo que Él te esté diciendo; (c) creas que el Señor realmente te va a hablar. Si no lo haces, estarás a merced de tus mejores pensamientos, o lo que es peor, bajo la influencia de otros como tu.
                                                       La autosuficiencia es el mayor enemigo de poder escuchar a Dios. Mientras creas  que puedas hacer las cosas sin Él, no lo buscarás. En el libro de Apocalipsis se dice siete veces en dos capítulos: "El que tiene oído (un oído desarrollado espiritualmente) oiga lo que el Espíritu dice---" Hasta que no escuches al Señor estarás trabajando con una información extremadamente limitada y seguirás cometiendo errores, errores muy caros.Escuchar a Dios debe convertirse en una prioridad tan grande que diariamente ajustarás tu agenda y tus actitudes a ella. Pablo escribió: "De manera que,...a nadie conocemos según la carne...". Deja de excluir a las personas a través de las cuáles el Señor quiere hablarte, sólo porque ellas tienen sus defectos. Dios no te habla a través de su carne, Él te habla a través de su espíritu a tu espíritu.  

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