Para poder bendecir a todas las familias de la tierra. Abraham tuvo que empezar por su propia familia. Antes de que un hombre fuera apto para ser líder en la iglesia del Nuevo Testamento, se examinaba la vida familiar del mismo. Pensaban que si no podía dirigir bien su casa, no era aconsejable expandir su área de influencia. Pero para disfrutar de las bendiciones de Dios como familia, deberás aprender a enfrentar las dificultades. Para ello:
1) No olvides que todos los miembros estáis en el mismo equipo. No desahogues tus frustraciones en tus seres queridos. Muy a menudo el hogar es un lugar donde vamos cuando estamos cansados de ser agradables.
2)Antes de hablar, asegúrate de que tienes toda la información. No hay nada más perjudicial que sacar conclusiones antes de tiempo. "El que guarda su boca guarda su vida, pero el que mucho abre sus labios acaba en desastre".
3) Sé sabio en manejar a tu familia.Haz una lista de todas las alternativas y serás más objetivo. Así es como enfocas los problemas laborales; haz lo mismo con tu familia.
4) Busca lo bueno de cada situación. Alguien escribió: "Crecemos mental y espiritualmente gracias a los problemas. Aprendemos por medio del dolor que sufrimos al confrontarlos." Aunque la situación se presente muy complicada, siempre hay algo positivo en todo; búscalo.
5) Deja saber a tus seres queridos que los amas. Está bien expresar cómo te sientes en cada momento, mientras lo hagas con amor y delicadeza. Pero es fundamental que los miembros de tu familia sepan que los amas. Cuando nos sentimos amados, podemos sobrellevar cualquier crisis. Piénsalo bien: ¿Cuándo necesitas más amor de Dios? ¡Cuánto menos lo mereces! Pues haz lo mismo con tu familia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario