martes, 19 de noviembre de 2019

Correr la carrera

                                                  Existe un lugar en Grecia que pocos turistas visitan. es probable que el escritor de Hebreos hubiera tenido esa imagen en mente  cuando escribió: "...Despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia..." Es el lugar donde se celebraron los juegos Ístmicos, precursores de los Olímpicos: un lugar donde los atletas eran tratados como héroes. Para desarrollar los músculos. se entrenaban con pesos atados a las piernas , pero el día de la carrera, se deshacían de todo cuanto no fuera esencial . Aquí tenemos una enseñanza. Pensamos que esas cosas a las que nos aferramos son importantes; por eso nos cuesta tanto deshacernos de ellas; si no las otorgáramostanto valor, las soltaríamos sin dificultad.
                                                    La vida cristiana es una carrera que comienza el día que aceptamos a Cristo y que acabará el día que nos encontremos con Él cara a cara. Para poder cruzar la línea de meta  como ganador, tienes que deshacerte de:
                                                     1) Todo aquello que te ralentiza. Es decir, cualquier cosa que impida tu progreso espiritual. No tiene por qué ser algo malo en si mismo, pero se convierte en un "peso" cuando te impide vivir plenamente para Dios.
                                                     2) Todo lo que hace que tropieces antes de llegar a la meta. Deberás evaluar tu grado de compromiso con Cristo constantemente, así como el crecimiento de tu fe , tu vida familiar, tu integridad, tu ética laboral, tus pensamientos y tus costumbres. Proponte firmemente mantener siempre tu mirada en el premio. Los atletas griegos recibían una corona que se marchitaba con el tiempo, pero tú "...(recibirás) la corona incorruptible de gloria". ¿No merece correr la carrera para obtenerla? . 

No hay comentarios:

Publicar un comentario