martes, 6 de octubre de 2020

Maestro, ¿estás motivado?

                                          Alguien sostiene que la buena enseñanza es aquella que promueve la responsabilidad junto con el rendir cuentas. "El problema en las iglesias es que no hacemos eso. El gobierno de los Estados Unidos confía aviones militares de millones de dólares a jóvenes de 19 años. Pero cuando estos mismos chicos van a la iglesia, no les dejamos ni recoger la ofrenda. ¿Has estado alguna vez en la sala del tribunal donde se lee un testamento?. El funcionario en cuestión  lee entre dientes, pronunciando toda la jerga jurídica, y todo el mundo en la sala se queda dormido-todos excepto las personas cuyos nombres aparecen en el documento.

                                           Si tus enseñanzas son pertinentes para tus alumnos, es decir, si estos se dan cuenta de que sus nombres aparecen en ellas, verás la diferencia en su motivación....estoy convencido de que todos, sin excepciones, pueden ser motivados a aprender. Aunque no todos lo harán al mismo tiempo, ni serán tocados por la misma persona, ni de la misma forma. Escoger el buen momento es crucial. Enseñar es cómo ensamblar una bomba de relojería...destinada a explotar más tarde en otro lugar. Por eso, para ser un buen maestro necesitas caminar en fe , y también tener una buena dosis de paciencia. Y recuerda que tú no eres la respuesta de Dios para todo el mundo. Para eso está el cuerpo de Cristo...Se me pregunta una y otra vez: ¿Cómo motivo a alguien? Mi respuesta es: 'Cuando conectas con alguien y le trasmites mil voltios de electricidad, éste no se vuelve para decir: "¿Qué era eso que me decías?", sino que empieza a correr.' La cuestión, sin embargo, es ¿ estás tú, maestro, motivado?.  

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