El transbordador espacial Discovery estuvo averiado por un tiempo; no fue por fallos técnicos ni por falta de fondos, sino que los culpables fueron unos pájaros carpinteros. Las aves encontraron irresistible la espuma aislante del tanque externo de la nave. Esa espuma es fundamental para el funcionamiento del apararto. Sin ella, se formaría hielo cuando se llena el tanque con combustible helado; hielom que puede soltarse durante el despegue y dañar la nave. De este ejemplo se desprende una enseñanza; a menudo nuestros matrimonios resultan dañados no por cosas grandes como la infidelidad, el abuso o el abandono, sino por cositas menores como la crítica, la falta de respeto y el no valorarse mutuamente lo suficiente. Todas esas cosas con como un "picoteo" contínuo en la relación y te impedirán que alcances las cotas de felicidad que Dios se había propuesto para tu matrimonio. Hay un dicho muy sabio: "Antes de criticar los gustos de tu cónyuge, recuerda que te escogió a tí" Y tampoco vale justificarse: 'Pero si lo que digo es la verdad'.
Alguien dijo con estas palabras, "Dios nunca nos da discernimiento para que nos critiquemos, sino para que oremos el unom por el otro" Rezongar continuamente no ayuda; lo único que consigues es menoscabar la valía y la seguridad en sí mismo de tu cónyuge. Los humanos sólo cambian si se sienten comprendidos y valorados. La Biblia dice: "El amor es paciente, es bondadoso..." .En lugar de "picotear", trae a la memoria las cualidades que primero te atrajeron de tu cónyuge, edifica sobre ellas y procura que aflore lo mejor de él o ella. Si tú no lo haces, ¿quién lo va a hacer? Escribe Pablo: "...Todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buenn nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en eso pensad". Si quieres que tu matrimonio perdure y sea feliz, sigue esos principios infalibres.
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