Medita en lo siguiente: "Hasta que no me comprometo, siempre hay indecisión y la posibilidad de volver atrás. Pero en cuanto doy un paso de compromiso serio, entonces Dios empieza a moverse y se desatan una serie de acontecimientos. Entonces soy testigo de incidentes curiosos, reuniones, encuentros fortuitos y ayuda material indispensable que me llega inesperadamente para ayudarme" ¡Comprométete! Cuando los demás no quieran acompañarte, el compromiso te hará seguir tú solo. Daniel comía, y oraba solo. Elías se sacrificó yu dio testimonio solo, Jeremías profetizó y lloró solo. Pablo dijo: "...Ninguno estuvo a mi lado, sino que me desampararon...Pero el Señor estuvo a mi lado y me dio fuerzas...Así fui librado de la boca del león". Dios intervendrá después de que hayas hecho un compromiso, no antes.
Cuando los tres jóvenes hebreos decidieron no inclinarse ante los ídolos del rey, Dios les sacó del terrible horno de fuego, sin que ni siquiera olieran a humo. Fe hecho, el rey Nabucodonosor quedó tan impresionado que dijo: "...No hay Dios que pueda librar como éste" ¿A qué te ha llamado Dios en esta tierra? Obedécele, da un paso de fe y cúmplelo. Si tienes temor, lee estas palabras: "Prefiero ser cenizas que polvo. Prefiero que mi chispa se acabe, a que se pudra. El motivo primordial de mi vida es vivir, no meramente subsistir. Por ello, no voy a malgastar mios días tratando de prolongarlos, sino que usaré bien cada momento."
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