Ismael nació por el intento de Abraham de acelerar el plan de Dios y cumplirlo por medios humanos. ¿Estás haciendo tú lo mismo? Todos tenemos nuestros "Ismaeles"; buenas ideas, pero que no proceden de Dios y que pueden complicar tu vida. Quizás digas 'Pero Dios amó también a Ismael". En efecto, y lo bendijo. No obstante, Dios dijo que llevaría a cabo su plan únicamente a través de Isaac. Cuando te adelantas a Dios, o intentas sustituir su voluntad con la tuya, no sólo vas a sufrir tú, sino que los que te rodean también serán perjudicados. En el ámbito espiritual, si Dios te dice: "...Echa fuera a la esclava y a su hijo..." el mensaje es : 'Es hora de que trates el pasado y limpies tu vida'.
Fijémonos algo más de este relato. Al igual que aconteció con Ismael e Isaac, a veces tu milagro y tu error pueden crecer juntos y al mismo tiempo. Es posible que las cosas vayan muy mal en un área y muy bien en otra. Quizás Dios te esté diciendo: 'Tengo un destino preparado para tí; pero para alcanzarlo tendrás que erradicar estas cosas de tu vida'. Cuesta soltar algo que tu mismo has creado, pero no hay alternativa. Las dos opciones son: o bien te aferras a tales cosas y te quedas sin lo mejor de Dios, o bien declaras: 'Por muy apegado que esté a ello, amo más a Dios.' Cuando estás dispuesto a dejar algo que te agrada por amor a Dios, eso se llama "sacrificio de alabanza". Y cuando se lo ofreces, estarás en condiciones de recibir la plenitud de su bendición en tu vida .
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