martes, 24 de agosto de 2021

Compadecerte de los demás (1)

              En 1883, una poetisa iba viajando en tren a un baile inaugural cuando percibió a una mujer que lloraba en el asiento de enfrente . Ella pasó todo el viaje consolando a esta mujer y cuando llegó a su destino no estaba de humor para celebrar nada. Tiempo después, recordando a la mujer del tren, escribió los primeros versos de su poema Soledad: "Rie, y el mundo contigo rie, llora, y lloras solo." . Alguien se expresaba así: "Reimos...jugamos... y celebramos juntos. ¿Por qué es tan difícil llorar juntos?. Cuando alguien sufre, los cristianos dicen: 'Oraré por tí...En algunos casos Dios sana y restaura, pero a veces no se produce el milagro....y no queda más que  una profunda tristeza".

              Tras la muerte de su esposa. C.S. Lewis  escribió: "¿Donde está Dios? Acudes a Él cuando estás desesperado, ¿y qué encuentras? Una puerta que se cierra en tu cara, y el sonido de una cerradura de doble llave por dentro." No creo que a Lewis le hubiera confortado las palabras de "Dios te ama...voy a orar por tí". Aunque es fantástico exortar, deberíamos de medir nuestras palabras antes de decirlas. ¿Estamos "animando" a alguien para tapar el dolor, porque no queremos tratar con él? ¿Sentimos de verdad lo que decimos, o simplemente repetimos clichés de cortesía? ¿Esperamos que nuestras palabras lo arreglen todo? ¿Actuamos como si supiéramos consolar mejor que el Consolador? . Cuando prometemos a alguien que oraremos por él o por ella, ¿hacemos un seguimiento?  ¿Te has preguntado alguna vez porque Jesús lloró ante la tumba de Lázaro? Podía haberles dicho a los que estaban en duelo: 'No os preocupéis, todo se va a arreglar' justo antes de resucitar a Lázaro. Pero en lugar de eso,demostró su amor a las personas al compartir su llanto.  

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