miércoles, 4 de agosto de 2021

Destino y propósito

            Un viejo adagio decía: "Si te gusta tu trabajo, no trabajarás ni un solo día de tu vida". Sin embargo no es del todo cierto, porque la mayoría de la gente trabaja demasiado. Y aunque les guste su trabajo, siempre tienen que hacer cosas que no les agradan; se esfuerzan mucho y van más allá de lo demandado. Sería mas exacto decir que si haces algo en lo que crees, el trabajo te reportará una profunda satisfacción. Una novelista comenta: "Está bien llegar al final del camino, pero lo que importa, al final es el camino". Algunos sufren de la "enfermedad del destino". Estos creen que serán felices cuando lleguen a cierto lugar. Es una lástima, porque muchas veces cuando llegamos a un lugar anhelado nos damos cuenta de que no era lo que habíamos esperado.

           Si te obsesionas con el destino, ¡no disfrutarás de las cosas buenas que suceden en el camino! Te perderás la alegria que trae el día de hoy. Si estás convencido de que "algún día" será mucho mejor, no te esforzarás por el presente ni lo aprovecharás como es debido. Si no estás haciendo algo valioso con tu vida, entonces no importa cuantos años vivas. No se trasta solo de sobrevivir; necesitas una razón pata vivir. Aquí es donde entra Cristo. Él te dará vida nueva y un propósito-además de la fuerza para cumplirlo.

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