En los comienzos, Nelson Mandela fue motivado por el sueño de quedar él mismo libre de opresión. Pero luego su sueño se expandió para abarcar otros. Así lo cuenta " El hambre de conseguir mi propia libertad se convirtió en un hambre por la libertad de mi gente. Fue un deseo de libertad, para que mi pueblo viviera con dignidad y respeto, lo que estimuló mi vida, lo que trasformó a un joven atemorizado y lo convirtió en un hombre valiente, lo que hizo que el abogado respetable se convirtiera en un delincuente, lo que hizo que un hombre de familia llegara a ser alguien sin hogar, lo que forzó a ese hombre que amaba tanto la vida a vivir como un monje." Cuando Mandela se vio en la encruzijada de la vida--tuvo que elegir entre un camino que le reportaría beneficios personales y otro en el que tendría que servir a su gente--escogió el sendero tortuoso, pero correcto, de ayudar a su pueblo. Y fíjate como cambió las cosas.
¿Te has visto tu también confrontando una decisión similar? No quiere decir que tengas que abandonar tu sueño, sino más bien que éste se va a expandir. Dijo Thomas Edison; "Nunca he realizado o modificado ningún invento sin pensar cómo beneficiaría a otros." No dejó de ser inventor para poder ayudar, lo que hizo, por el contrario, fue usar lo que ya había conseguido para sí mismo y ponerlo a disposición de los demás. No te conformes con vivir una vida cómoda, ¡aspira a marcar la diferencia! Escribe Pablo: "...No os seré una carga, porque no busco lo vuestro, sino a vosotros...y aún yo mismo me gastaré del todo por amor de (vosotros)" Tendrás éxito en la vida cuando llegues lejos y te enriquezcas; sin embargo, sólo te realizarás sirviendo. Por lo tanto, ¡vive por los demás!
No hay comentarios:
Publicar un comentario