sábado, 25 de noviembre de 2023

La fuerza del perdón

               He aquí cuatro cosas  que debes saber respecto al perdón: 1) El perdón no justifica el mal que se te hizo, pero tú decides que no controle tu vida. Al perdonar y tratar de restaurar la relación, recuperas la paz interior. Aunque la otra persona no quiera reconocer sus actos ni el hecho de que estuvieran mal, aún así la ofensa debe ser perdonada. El perdón no depende de otro; depende de ti.  2) El perdón es fundamental aunque el ofensor no quiera admitir su culpa. Si esperas a que alguien reconozca que hizo algo malo, estarás colocando tu futuro en sus manos . El perdón, es por encima de todo, por tu propio bien, no por el de los demás. Al perdonar sueltas el dolor y la herida y puedes seguir adelante. 3) Tu disposición a perdonar puede incitar a la otra persona a buscar perdón. Tal vez el que te hirió sienta que no merece ser perdonando. O es consciente de su mala acción pero le falta el coraje de adelantarse a pedir perdón. Cuando tú das el primer paso, eso abre la puerta y hace que el individuo también  se acerque y halle misericordia y compresión. 4) El perdón es fácil cuando aceptas que todos lo necesitamos. Si te niegas a perdonar porque piensas que las ofensas de alguien son mucho mayores que las tuyas, eso es orgullo. Y "...Dios resiste  a los soberbios, y da gracia a los humildes" La Biblia dice:   "...Sed  bondadosos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó  a vosotros en Cristo". Cuando captas la oportunidad de la gracia que Dios ha derramado en ti, resulta mucho más fácil extender esa misma gracia a otros.

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