El éxito de este mundo te dejará vacío , pero hay algo que no lo hará: "Las enseñanzas del Señor son perfectas, reavivan el alma....".¿Se te han estropeado los planes? ¿Ha sido tu vida un fracaso? ¿Necesitas orientación? Lee esto: "Los decretos del Señor son confiables, hacen sabio al sencillo". Las cosas que creías que te harían feliz ¿han acabado trayéndote miseria? Lee esto: "Los mandamientos del Señor son rectos, traen alegría al corazón....". ¿Te encuentras desorientado, sin saber adónde ir ni que hacer con tu vida? Lee esto: "Los mandatos del Señor son claros, dan buena percepción para vivir". Las respuestas que estás buscando las tienes en la Biblia.
David fue un magnífico soldado, un rey popular y un hombre que tenía acceso a todas las riquezas inimaginables, pero descubrió que las cosas no le aportarían la felicidad duradera. En cambio comprendió que "las leyes del Señor son verdaderas....Son más deseables que el oro, incluso que el oro más puro. Son más dulces que la miel, incluso que la miel que gotea del panal. Sirven de advertencia para tu siervo, una gran recompensa para quienes las obedecen". ¿Cuál era el problema de David? "¿Como puedo conocer todos los pecados escondidos en mi corazón? Límpiame de esas faltas ocultas. ¡Libra a tu siervo de pecar intencionalmente! No permitas que estos pecados me controlen. Entonces, estaré libre de culpa...". ¿Cuál fue la solución de David? Leer la Palabra de Dios diariamente, nutrir su alma con ella y caminar conforme a sus preceptos.
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