sábado, 11 de noviembre de 2023

¡ Puedes !

              Tras ver a los gigantes de la Tierra Prometida, diez de los doce espías de Israel volvieron y dijeron que conquistarla sería una tarea imposible, mientras que los otros dos, Josué y Caleb, dijeron que se podría lograr. Por culpa de la incredulidad de Israel, Calen tuvo que pasar cuarenta años más dando vueltas por el desierto, y para cuando los israelitas cruzaron el rio Jordán, ya tenía ochenta años. Pasaron otros cinco años hasta que se les asignaran a varias tribus la tierra que les correspondía . Así es como los describe Caleb años después: "Yo tenía cuarenta años cuando Moisés....me envió....para explorar el país, y con toda franqueza le informé de lo que vi. Mis compañeros de viaje, por el contrario, desanimaron a la gente y le infundieron temor. Pero yo me mantuve fiel al Señor mi Dios". Si tienes una predisposición negativa  a los cuarenta años, seguramente también la tendrás a los ochenta y cinco. Es mas, es muy probable que no llegues a los ochenta.

                Un psicólogo estudió a cientos de personas en una comunidad religiosa. Los dividió en cuartiles, ordenándolos de más a menos optimistas. El 95 por ciento de los optimistas estaban vivos a lo ochenta y cinco, mientras que sólo el 34 por ciento de los pesimistas habían llegado a la misma edad. Salieron doce hombres a espiar la tierra, pero sólo Josué y Caleb tuvieron fe para decir  "(Estamos) seguros de que podemos hacerlo". Y cuarenta y cinco años después, Caleb seguía igual de animado. Adivina lo que les sucedió a los otros diez espías; murieron en el desierto. Ninguno de ellos llegó a la edad de Caleb. Es muy sencillo; la fe y el optimismo pueden alargarte la vida.  

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