Algunas personas son tan inseguras y se sienten tan fácilmente amenazadas que necesitan tirar por tierra a cualquiera que perciban como competencia. Fíjate en Diótrefes, uno de los dirigente de la Iglesia del Nuevo Testamento. Se encontró en un verdadero dilema cuando Juan recomendó a ciertos conocidos maestros del evangelio para que fueran y hablaran en su Iglesia. Plagado de inseguridades , Diótrefes temió que tal visita amenazara su propia preeminencia y por ello se negó a recibirlos. Juan disgustado por el comportamiento de Diótrefes, detalló a su amigo Gayo el plan para resolver el asunto "Yo he escrito a la iglesia; pero Diótrefes, al cual le gusta tener el primer lugar entre ellos, no nos recibe. Por esta causa, si yo voy, recordaré las obras que hace profiriendo palabras malignas contra vosotros; y no contento con estas cosas, no recibe a los hermanos, y a los que quieren recibirlos se lo prohibe y los expulsa de la iglesia. Amado, no imites lo malo, sino lo bueno. El que hace lo bueno es de Dios, pero el que hace lo malo no ha visto a Dios".
La triste realidad es que te encontrarás el espíritu de Diótrefes vivito y coleando en organizaciones tanto seculares como religiosas. Difaman a los recién llegados que supongan una amenaza Acusan a mujeres dotadas y brillantes de destacar por medios distintos a sus destrezas, talentos y preparación. buscan rendijas en la armadura de sus víctimas. No obstante al contrario de lo que esperan, menoscabar la imagen de otra persona tampoco realza la de ellos. El origen de la palabra "diablo" viene de diabolos, que se traduce literalmente como "difamador". Difamar es, pues, hacer el trabajo del diablo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario