sábado, 1 de diciembre de 2012

Establecer límites (4)

                                                                                Cuando compras una casa con terreno, necesitas tener una idea exacta de la extensión, para saber hasta donde te pertenece. Si hay claras lineas divisorias, eso ayuda a la buena convivencia de los vecinos. Analicemos tres tipos de lineas ó barreras que nos trazamos para separarnos de los demás. Las primeras son las
barreras impenetrables. La función de estas es poner distancia entre tú y los demás con el fin de proteger tu mundo personal y egocéntrico. Sin decir palabra, tu actitud transmite el mensaje: "Prohibido el paso, propiedad privada" ¿Porqué elegimos estas barreras ? ¡ Por temor! Nos incomoda ser conocidos de verdad, controlados o lastimados; tememos sentirnos incompetentes o inferiores. Nuestra rigidez nos impide estrechar relaciones; nuestra negativa a ser vulnerables  o transigentes nos pone a la defensiva y nos aisla, convirtiéndonos en personas solitarias.
                                                                                   Anhelamos relaciones cercanas, pero al mismo tiempo las tememos y evitamos, aludiendo: 'Si no estás cerca, no me podrás herir' Sin embargo esta actitud no da resultado. Dios nos creó como seres sociales, para que podamos compartir victorias y derrotas, no para que vivamos aislados. Los límites rígidos te impiden tener relaciones enriquecedoras. ¿Qué hacer para evitarlo? ¡Sal de ti mismo! Fuiste creado para dar a los demás y para recibir lo que ellos tienen para darte. Te sentirás realizado dando; te sentirás completo recibiendo. Sin esa dinámica,
no harás más que sobrevivir.             

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