La felicidad implica que te sientas bien acerca de ti mismo en medio de tus relaciones y tus logros. Cuando tus dones y habilidades alcancen su pleno desarrollo y son utilizadas a través del trabajo de toda una vida, crecerás en confianza y en poder. Aquí tienes unas claves para que seas feliz en tu empleo.
(1) Ve al trabajo como un regalo, y no como un castigo... a todo hombre a quien Dios da dones y riquezas, le da también facultad para que coma de ellas, tome su parte y goce de su trabajo. (2) Dedícate a la tarea que sea compatible con tus habilidades... (3) Aprende lo que puedas acerca de tu trabajo: " El sabio... escucha y aumenta su saber, y el inteligente adquiere capacidad..." (4) Aprovecha la crítica para tu ventaja. De hecho, haz que te sirva para algo, pidiendo sugerencias y corrección: "Pobreza y vergüenza tendrá el que menosprecia el consejo, pero el que acepta la corrección recibirá honra..." (5) Haz más de lo que esperan de ti: Pertenece al "club" de los que van la "milla extra" (6) Haz que Dios sea tu "socio de trabajo" . Sigue estando consciente de la presencia de Dios durante todo el día mientras realices fielmente tus obligaciones.
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