Frances Green era una viejecita que vivia de su pensión. Todos los años enviaba un dólar al Congreso Republicano.Cierto dia recibió una invitación para ver al Presidente Reagan. Ella no sabía que para aceptar semejante invitación tenía que incluir un donativo generoso, así que se gastó todos sus ahorros en elviaje
y cruzó los Estados Unidos en tren durante cuatro dias para asistir al acontecimiento.Durmió sentada porque no tenía dinero suficiente para reservar litera. Cuando llegó a la Casa Blanca y vió que su nombre no figuraba en la lista de invitados, se quedó desconsolada. Un ejecutivo de Ford Motors la oyó contar su historia y se puso en contacto con un alto cargo, consiguiendo que le dieran a la señora un viaje a la Casa Blanca y le presentaran a Ronald Reagan el dia siguiente. Desafortunadamente ese dia hubo un alzamiento militar en un pais extranjero y el Presidente tuvo que reunirse con su gabinete.
Cuando Frances se presentó el la Casa Blanca, le dieron el recorrido de la misma y pasaron cerca del Despacho Ovalado, esperando que al menos ésta pudiera ver al Presidente de lejos. Al pasar por la puerta,Reagan miró hacia ella, se levantó de su escritorio y dijo: ¡Frances! estos ordenadores me volvieron a jugar una mala pasada. Si hubiera sabido que venías, ¡habría salido a recibirte! La viejecita de California no tenía nada que dar al Presidente, pero si hubo algo que él la pudo dar, un poco de su tiempo en medio de su apretada agenda. Dice Pablo: No intentes estar al frente...Hazte a un lado y deja que otros te adelanten..." En otras palabras no te importe no ser el protagonista. No olvides que Dios lo ve todo, lo sopesa y lo recompensa. En este dia haz todo lo que esté en tu mano para ayudar a alguien.
No hay comentarios:
Publicar un comentario