Si vivimos 65 años, tenemos unas 600.000 horas a nuestra disposición. Asumiendo que tenemos 18 años cuando terminamos la secundaria, nos quedan 47 años, unas 412.000 horas, para vivir después de la graduación.
Si pasamos 8 horas al día durmiendo, 8 horas en actividades personales, sociales y recreativas y 8 horas trabajando, eso asciende a 137.333 horas en cada categoría. Si pensamos en horas en el tiempo que tenemos para trabajar y jugar, no parece mucho. Y si se ve a la luz de la eternidad, no es mas que un momento fugaz. ¡Qué importante es!, por lo tanto que usemos sabiamente el tiempo que pasamos despiertos.
Un señor que fue miembro de la junta de directores de este estudio y que vivió casi 100 años, calculó en días durante muchos años. Si le preguntabas "¿Cuantos años tiene?" inmediatamente te contestaba diciéndote el número de días, Basaba esta práctica en un Salmo de la Biblia que dice "Enséñanos de tal modo a contar nuestros días, que traigamos al corazón sabiduría." Contar sus días literalmente le recordaba el rápido paso del tiempo y la necesidad de vivir con los valores eternos en la mente.
Las horas, los días y los años vienen y van. Así que los contemos o no, asegurémonos de que cuenten....para Dios.
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