lunes, 8 de septiembre de 2014

Aprende a echar

                                                          Aprende a 'echar toda tu ansiedad sobre Él' , Sólo cuando lo hayas hecho, podrás "detenerte" cuando empieces a abrirle la puerta a la preocupación, y dejes que esta entre, se instale y empiece a hacer de las suyas. ¿Cuales son tus diez preocupaciones mayores?
¿La salud? ¿El dinero? ¿Una relación? ¿Los niños? ¿Tu apariencia? Cerciórate de cuales son tus preocupaciones más habituales y conócelas de tal modo que las trates como a mosquitos. Cuando se te posa en la piel uno de ellos y te chupa la sangre no lo dejas parea luego, ni dices: 'ya me encargaré de él'. No, le das al bichito inmediatamente el manotazo que se merece. Sé igual de decidido con la ansiedad.
                                                           En el momento que se asome algo que te cause ansiedad, acaba con ello. No le des vueltas. Atájalo antes que se lleve lo mejor de ti. En lugar de irritarte por lo que tu jefe pueda pensar, preguntáselo. Antes de diagnosticar ese lunar como cáncer, vete al médico para que lo examine. En lugar de dar por sentado que nunca saldarás tus deudas, consulta a un experto, traza un plan y recupera tu poder económico. Mientras estés dispuesto a vivir con las preocupaciones
nunca las superarás. En lugar de permitir que la ansiedad haga una montaña de un problemita, levántate en fe y di: "El Señor es mi ayudador, no temeré lo que me pueda hacer el hombre"  ¿Quién es tu ayudador? ¡El Señor! Así que echa tus preocupaciones sobre Él y no las vuelvas a recoger. Pedro escribió: "Echad toda vuestra ansiedad sobre Él, porque Él tiene cuidado de vosotros" Aprende a "echar" tu carga.

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