jueves, 4 de septiembre de 2014

Ayudar a los demás te hace feliz,pero ser egoista,nunca.

                                                           Un pícaro andrajoso estaba de pié mirando el escaparate de una tienda de chucherías. Un hombre se acercó y observó la escena , llevó al chico adentro y le dijo a la dependienta: 'llene una bolsa con todo lo que él quiera'. El niño no podía creer su suerte. Mientras se llenaba la boca con deliciosos dulces, el benefactor le preguntó: ¿Está bueno hijo? el niño asintió ¡Ajá!. Entonces el señor dijo: '¿Me das uno?'. Inmediatamente la expresión del niño ya no era de alegría, sino de miedo, y, agarrando la bolsa salió corriendo gritando: '¡Es mio. mio!'. La felicidad no llega por obtener algo, sino por olvidarte de ti mismo y vivir para los demás.
                                                             Job, uno de los hombres mas ricos de su época, perdió su salud, sus riquezas y su familia, Cuesta imaginárselo ¿verdad? Pero luego ocurrió algo impresionante: Cuando Job hubo orado por sus amigos...el Señor le aumentó al doble todas las cosas,,,' En realidad Job recibió el doble de todo lo que había perdido. ¿Cómo? Preocupándose por otros en vez de darle vueltas a sus propios problemas. Y ese mismo principio sigue en vigor hoy en día. Jesús advirtió: "Mirad, guardaos de toda avaricia porque la vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee" Dios te bendice por una razón: para que bendigas a otros. No fuiste creado para ser un almacén, sino un punto de distribución y reparto. Así que la palabra para hoy para tí es: Ayudar a otros te hace feliz, pero ser egoísta nunca.  

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