viernes, 5 de septiembre de 2014

La santidad da felicidad, pero el pecado nunca.

                                                           A veces esto nos resulta difícil de creer. Se cuenta de una madre que le decía a su hijo: 'sé bueno y diviertete' a lo que él respondía ¡Aclárate, mamá! ¡Eso dice mucho! Hoy en día la palabra'santidad' tiene mala fama. Algunos la ven como todas las cosas que la iglesia prohibe. A otros les vienen a la mente, personas que dicen que practican la santidad, pero que son inflexibles, criticonas, estrechas de mente, sin alegría y criticonas. Entonces definámoslo así: "La santidad es Cristo en su plenitud en todas las facetas de la vida" Es mas, la santidad desaparece cuando hablas de ella; sólo es atractiva cuando la vives. La única cosa que no añade tristeza es la bendición del Señor.
                                                           Cuando somos inmaduros creemos que podemos pecar y salirnos con la nuestra, pero conforme ganamos sabiduría y madurez , discernimos mejor. Nunca te encontrarás con un fumador que recomiende su vicio.Ni a nadie con un matrimonio fracasado por infidelidad, que recomiende un amante.La ley de la siembra y la cosecha es esta: " Todo lo que el hombre siembre, eso también segará" . El pecado destruye nuestra capacidad de ser felices . Ningún buen padre quiere ver sufrir a sus hijos, y Dios es el Padre por excelencia. David que padeció en carne propia las consecuencias amargas del pecado escribió: "Adorad al Señor en la hermosura de su santidad". La santidad es algo hermoso, cuando la entiendes como es debido y la pones en práctica.

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