lunes, 15 de septiembre de 2014

Sé un pacificador

                                                          Jesús pasó gran parte de su ministerio derribando barreras y levantando puentes. Lo hizo con actos de amor, tales como lavar los pies  de aquellos que lo iban a abandonar y traicionar, comer con un recaudador de impuestos despreciado por todo el mundo o dar esperanza una mujer pecadora a quien la sociedad condenaba. La Biblia dice: " Y los que procuran la paz, sembrarán semillas de paz y recogeran su cosecha..." Las palabras de paz son como semillas, no producen frutos inmediatamente, pero poco a poco y en silencio van abriéndose paso hasta la superficie, cambiando los corazones, las mentes, las actitudes y el futuro de las personas. Un doctor, famoso físico, que concibió la primera bomba atómica, le preguntaron en una comisión del Congreso de los Estados Unidos si había alguna defensa contra ella.
                                                              Dirigiéndose a una audiencia totalmente en silencio respondió: "Sí, ¡la paz!" Ahora bien,si la paz puede desactivar una bomba atómica, piensa lo que puede hacer en las vidas de aquellos que te rodean. Todos los días te encuentras con personas temerosas , desesperadas, solas y enojadas que necesitan una palabra de paz. ¿La tienes? Salomón nos presenta tres formas en las que podemos apaciguar una rencilla, distender una solución conflictiva y obtener mejores resultados: 1)Con paciencia. "El hombre iracundo promueve contiendas; el que tarda en airarse apacigua la rencilla" 2) Con dominio propio. "Más vale ser paciente que valiente más vale dominarse a sí mismo que conquistar ciudades" 3)Con sabiduría. "Las personas sensatas no pierden los estribos se ganan el respeto pasando por alto las ofensas".    

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