Una relación tóxica es como un brazo o pierna con gangrena: a menos que la amputen la infección se extenderá y te matará. Si no tienes valentía de cortar lo que no puede sanar, acabarás perdiendo mucho más. Tu crecimiento personal--y en muchos casos tu sanidad--solamente se efectuarán si entablas relaciones con las personas adecuadas. A lo mejor conoces la fábula del escorpión que le pidió a la rana que lo llevara encima para cruzar el río porque él no sabía nadar.'No, porque me picarás', respondió la rana. El escorpión sonrió y le aseguró 'Claro que no te picaré. Si lo hiciera nos ahogaríamos los dos'. Entonces la rana accedió y el escorpión se le subió encima. ¿Y qué pasó? A mitad del río el escorpión picó a la rana. Mientras se hundían la rana se lamentaba: 'Me prometiste que no me ibas a picar,¿por qué lo has hecho?' El escorpión respondió 'No lo pude evitar, está en mi naturaleza'.
Hasta que Dios no cambie la naturaleza de la otra persona, esta tiene la capacidad de afectarte e infectarte.Por ejemplo, cuando te apasionas por algo y el otro no, es como querer bailar un foxtrot con alguien que solamente sabe bailar un vals.¡ Elegiste mal la pareja de baile ! No te unas con alguien que no comparte tus valores ni los propósitos de Dios para ti. Algunos asuntos pueden ser corregidos con ayuda de consejería, oración enseñanza y liderazgo. Pero no puedes enseñar a nadie interesarse por algo. Si no le importa lo que haces, contaminará tu ambiente, limitará tu productividad y romperá tu ritmo con quejas continuas. Por eso es fundamental orar y preguntarle al Señor: '¿Encaja esta persona en mi vida?'.
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