El dominio propio es una de las claves para una vida victoriosa. Y puesto que la Palabra de Dios tiene mucho que decir al respecto, si se lo pides Él te ayudará a cultivarlo. Las cosas con las que te debates cuando eres joven serán diferentes de aquellas con las que luchas cuando eres mayor; pero mientras vivas serás tentado de una forma u otra. El dominio propio es uno de los nueve frutos del Espíritu citados en la Biblia y significa llevar todo aspecto de tu vida bajo el control del Espíritu Santo. Es un estilo de vida caracterizado por la disciplina, no los impulsos. La palabra griega para dominio propio deriva de la raíz de un término que significa "agarrar" o "sujetar".
Entonces, debes sujetar tus gastos para no meterte en deudas por comprar cosas que no necesitas y que no te puedes permitir. Debes sujetar tu temperamento y no decir cosas de las que luego te vas a lamentar: "Mejor es... el que domina su espíritu que el conquistador de una ciudad" Significa sujetar tus deseos. Si José no se hubiera negado a las insinuaciones de la esposa de su jefe nunca hubiera visto el sueño de su vida cumplido, ni se habría sentado en el trono de Egipto. No olvides los siguiente: satanás conoce tu destino y hará todo lo que sea para impedir que lo alcances. Por lo tanto, pide por dominio propio, y ejercitarte en él a diario.
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