viernes, 28 de octubre de 2016

No abandones, sigue hasta el final

                                                     Cuando el rey David y sus hombres volvieron de la batalla, se encontraron con que los amalecitas habían quemado sus casas y llevados cautivos a sus familias.Estaban destrozados y lloraron hasta que no les quedaron lágrimas. Pero luego Dios les habló y les dijo: "... Persíguelos ...los alcanzarás y ... rescatarás a todos" ¡ Y con Su ayuda así lo hicieron ! Por lo tanto, por muy desesperada que parezca tu situación ahora no te rindas. Llora si es necesario pero luego sécate las lágrimas y ve con la fortaleza de Dios a recuperar lo que el Enemigo te ha robado. Si es necesario, recupéralo poco a poco, sacando fuerzas del Señor y no de las tuyas. Pablo escribe:  "Así que no nos cansemos de hacer el bien. A su debido tiempo, cosecharemos numerosas bendiciones si no nos damos por vencidos".
                                                        Dios no se va a rendir contigo, así que no te rindas tú con Él. Te ha prometido en Su Palabra: "Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y si por los ríos, no te anegarán. Cuando pases por el fuego, no te quemarás ni la llama arderá en ti. Porque yo (soy), el Señor, Dios tuyo...". No te rindas, sigue hasta el final. Lo más fácil es abandonar, mientras que se necesita fe para seguir. Cuando tu fe honra a Dios. Él honra tu fe. Y con Él de tu parte saldrás más fuerte de cómo comenzaste. Así que la palabra para ti hoy es: "...Persíguelos ... los alcanzarás y ... rescatarás a todos".     

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