martes, 19 de septiembre de 2017

"Escuche el sabio ... y aumente su saber"

                                                        Para seguir creciendo es necesario entender tres principios: 1) Creces en la medida en que das. Al proveer para otros, creas mas espacio para mejorar en tu interior. Por eso, da hasta que te duela y sigue dando hasta que te resulte natural. Esfuérzate siempre para dejar a la gente mejor de como la encontraste y tú también estarías mejor. Salomón dijo: "El que es generoso prospera, el que da también recibe". El epitafio de una tumba lo expresaba muy bien: "Lo que dí, lo tengo, Lo que gasté, lo tuve. Lo que guardé lo perdí" 2) Para lograr más tienes que crecer más. ¿Te sientes estancado en el espíritu, en tus relaciones, en tu carrera o en tu hogar? No saldrás de ese bache con cambios externos, cosas como emprender una nueva carrera profesional, abandonar tu familia o cambiar de iglesia. Nadie, salvo tú mismo, te mantiene bajo control. El tope de tu vida lo pones tú. Por eso, si de verdad quieres salir del bache, en lugar de buscar soluciones rápidas, examínate con franqueza, admite que eres el causante de lo que ves, ora y decide tomar cartas en el asunto. 3) No basta con soñar; también debes actuar. Las tríbus tártaras  del Asia central tenían fama de usar una maldición muy curiosa contra sus enemigos. No hacían conjuros pata que se les oxidaran las espadas o para que muriera de enfermedades el pueblo. Simplemente decían: "Que os quedéis en el mismo  lugar para siempre " Si no te esfuerzas diariamente por superarte, te esperará el mismo desenlace. Terminarás estancado en el mismo lugar, haciendo las mismas cosas, soñando los mismos sueños y sin llegar nunca a ninguna parte. ¡Sigue creciendo!.

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