Hay una anécdota de un granjero al que día tras día le molestaban una bandada de cuervos en su maizal. Un día se hartó, cargó su escopeta y se escondió detrás del cercado decidido a hacer volar por los aires a esos inoportunos cuervos. Resultó que el granjero tenía un loro muy sociable que se hacía amigo de cualquiera sin miramientos. Este, viendo la bandada de cuervos, voló junto a ellos y se les unió con la intención de hacerse su amigo.El granjero vio los cuervos, pero no su loro, así que apuntó con cuidado, disparó, dio un brinco y fue ha ver cuantos cuervos habían caído. ¡Quién lo iba a decir! Allí yacía su loro en el suelo con una ala rota y el pico dañado, pero todavía con vida. El granjero lo recogió con ternura y lo llevó a casa, donde sus hijos salieron corriendo a recibirlo. Al ver al loro herido, preguntaron entre lágrimas: "Papá ¿qué ha pasado?. Pero antes de que el padre pudiera responder, declaró el loro: "Esto es lo que pasa por juntarte con malas amistades".
Si te juntas a quien no debes, nunca podrás estar en el lugar adecuado, en el momento adecuado y hacer lo correcto.Como padre es necesario que les enseñes eso a tus hijos. Vigila el uso que hacen de Internet y adviérteles de los depredadores que merodean por la red con el propósito expreso de hacer "amigos" A lo mejor eres de los que dicen "¡Pero si ni siquiera sé encender el ordenador!. Si amas a tu hijo aprenderás. Cada día se multiplican las historias terroríficas de niños que terminan dañados y descarriados. Si suena fuerte y urgente, es porque lo es.
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