lunes, 25 de septiembre de 2017

No más intimidación

                                                    La Biblia dice que " ... sin fe es imposible agradar a Dios ... ". Así que no te involucres en nada que no te exija tener fe. La clave para propulsarnos y alcanzar lo deseado es tener siempre algo a lo que aspirar y creer que Dios lo hará posible. O te aventuras o vegetas, Jesús expuso a sus discípulos a una tempestad. ¿Para qué? Para desarrollar su fe y demostrarles que con Él a bordo se puede superar todo. Dios seguirá exponiéndote a situaciones difíciles porque sabe que es la única manera de que crezca tu fe. Un predicado estadounidense del siglo XIX escribió: "No pidáis en oración tener vidas fáciles. Pedid ser hombres más fuertes. No oréis por tareas que equivalgan a vuestra capacidad sino que vuestra capacidad equivalga a vuestras tareas".
                                                      Hasta que no haya intentado algo humanamente imposible no echarás mano de los recursos de Dios. En ese momento descubres que " todo lo (puedes) en Cristo que (te) fortalece". Para progresar es necesario enfrentarse a riesgos. En el fútbol, no puedes marcar gol  si no te desplazas por el campo arriesgándote a que te quiten el balón. Para avanzar hay que superar el miedo. Un día, mientras David cuidaba el ganado, vino un león pero él lo derrotó con las fuerzas de Dios; luego fué un oso y después un gigante llamado Goliat . El león no fué sino una oportunidad camuflada. Si David hubiera titubeado o huido, habría perdido la oportunidad de convertirse en rey de Israel. Por eso, cuando aparezca un león temible en tu vida, reconoce lo que es: una oportunidad de Dios para fortalecer tu fe y para que lo venzas.

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