Si das lugar a pensamientos no apropiados en el fondo de tu mente quizás sientas la tentación de excusarte con un "No hace daño a nadie...". ¡Pues más del que piensas! Te conviertes en aquello que albergas en tu mente . La Biblia dice: "...Despojaos del viejo hombre ... y vestíos del nuevo hombre...". Quizá no quieras admitir que aún llevas algo de "ropa vieja" (actitudes, pasatiempos y costumbres), pero no puedes ponerte la ropa nueva hasta que no te quites la otra. Es más, no puedes colgar la ropa vieja en el armario para usarla cuando llueva, ni dejarla en el suelo para patearla. Tienes que deshacerte de ella.
"...Despojaos del viejo hombre, que está corrompido por los deseos engañosos...y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios ... desechando la mentira, hablad verdad cada uno ... no se ponga el sol sobre vuestro enojo, ni deis lugar al diablo. El que robaba, no robe más, sino trabaje, haciendo con sus manos lo que es bueno, para que tenga que compartir con el que padece necesidad. Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación ... Y no entristezcáis al Espíritu Santo de Dios ... Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería, maledicencia y toda malicia. Antes sed bondadosos unos con otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo. La palabra de hoy para ti es: Ya es hora de quitarte la ropa vieja y de ponerte la nueva.
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