viernes, 8 de septiembre de 2017

"...No podrás hacerlo tú solo..."

                                                      El presidente Roosevelt dijo en una ocasión: "El mejor ejecutivo es aquel que tiene el suficiente sentido común como para elegir a hombres adecuados que hagan las tareas necesarias y el suficiente auto control como para no entrometerse cuando las llevan a cabo". Conclusión: Hasta que no aprendas a delegar, tu liderazgo se deteriorará y tu visión se estancará. En Exodo, Moisés se estaba agotando física , emocional y espiritualmente al intentar complacer las demandas de dos millones de israelitas y ser "el hombre solución" para todos los problemas. Hasta que le dijo su suegro: "No podrás hacerlo tú solo. Oye ahora mi voz y yo ye aconsejaré...". Para pedir ayuda, hay que tener sabiduría,madurez y humildad. Estas características denotan fortaleza, no debilidad; pero nos cuesta mucho dar el paso si nos enorgullecemos de ser capaces de"hacerlo todo". La forma de proceder de Moisés ni le hacia bien a él ni a la gente  que dependía de él.
                                                        Cuando eres líder, es fácil sobre valorar tu importancia y tu capacidad, por eso Pablo nos advierte: "...Nadie tenga un concepto de sí más alto del que debe de tener, sino más bien piense... con moderación". Dios ha colocado a personas a tu alrededor con dones y talentos diversos. Cuando las valoras y las implicas, se sienten realizadas y el trabajo sale adelante. Dios nos creó para ser interdependientes  y no independientes. Moisés recobró fuerzas para cumplir el cometido de líder que Dios le había asignado cuando delegó autoridad a las personas adecuadas. Cada vez que intentas ser "todo para todos", acabas frustrado. No estás llamado a hacerlo todo, sino a lograr que las cosas se hagan entre todos. En eso consiste el liderazgo.

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