viernes, 11 de mayo de 2018

Encomienda al Señor tu camino

                                                  Un día, cuando un niño estaba jugando con un valioso jarrón, su mano quedó atrapada en el interior, y no podía sacarla- Antes de recurrir a romper el jarrón, su padre le dijo: "Hijo mio, relájate; sólo tienes que abrir la mano y sacarla". Para su asombro, el chiquillo le dijo: "No puedo. Si lo hago perdería mi moneda". Muchos de nosotros somos como ese chaval; tan ocupados estamos aferrándonos a algo de poco valor que no somos capaces de aceptar lo que Dios nos ofrece. Si, suéltalo, y deja que el Señor haga su voluntad. Alguien escribió: "Así como los niños nos traen llorando sus juguetes rotos para que se los arreglemos, yo llevé mis sueños rotos a Dios, porque Él es mi amigo.Lo que pasó es que, en vez de dejarle tranquilo para que trabajara solo, me quedé para ayudarle a mi manera. Por fin, se los arrebaté por la fuerza y grité: ¿Cómo es posible que seas tan lento?. 'Hija mía', me dijo Él, '¿qué pude hacer?, pues, nunca los soltaste..." "Confía en el Señor y Él y haz el bien; habitarás en la tierra y te apacentarás de la verdad. Deleítate asimismo en el Señor y Él te concederá las peticiones de tu corazón. Encomienda al Señor tu camino, confía en Él y Él hará".
                                                       Las palabras: Confía...Deléitate...Encomienda.." son las claves para que mejores. Deja de querer manejar tu vida y ponla en manos de Dios, con el fin de que pueda trabajar en ella como quiera- Él no está ni intimidado ni amilanado por tus circunstancias. Comprueba su "currículo" ¿ Piensas seriamente que tu problema es demasiado grande para Él o que no puede solucionarlo sin tu ayuda?
Vamos, ¡dáselo al Señor y mira lo que sucederá!      

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